El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha exigido a la Comisión Europea máxima ambición formal y material en la regulación de la tarjeta europea de la discapacidad, que el movimiento social de la discapacidad, a escala europea y española, espera con gran expectación.

Ante el anuncio de que la Comisión Europea presentará el próximo día 6 de septiembre, en rueda de prensa, su decisión sobre este acto legislativo comunitario, exponiendo los contenidos esenciales del mismo, el CERMI confía en que esta normativa dé respuesta a las demandas insistentes de libre circulación efectiva en todos los países de la Unión de parte de la población europea con discapacidad.

Con esta decisión de la Comisión, se inicia formalmente el camino legislativo para acabar aprobando finalmente la tarjeta europea de discapacidad, pero dependerá de los términos de la propuesta para saber si el propósito del Ejecutivo comunitario es de mínimos o de máximos, respecto del alcance, efectos y obligaciones del reconocimiento mutuo de las situaciones de discapacidad entre los Estados miembros y ante las instituciones europeas.

El Movimiento CERMI considera crucial que la normativa europea adopte la forma de reglamento de la Unión, el mayor nivel normativo de las disposiciones comunitarias, y que comporta la aplicación directa de sus preceptos en todos los Estados miembro, sin necesidad de procesos de adaptación o transposición, que ralentizan la entrada en vigor y suponen cambios de regulación entre países.