El CERMI resalta la importancia de la Convención de la ONU de 2006 para el cambio social que precisan las personas con discapacidad

El presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo Pérez Bueno, ha resaltado la importancia decisiva de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006 de Naciones Unidas en la precipitación del cambio social que necesitan las personas con discapacidad para alcanzar una regularidad democrática y cívica de la que hoy todavía carecen en esferas determinantes de ciudadanía.

Así se ha expresado el responsable del CERMI Estatal en la conferencia que ha impartido hoy en Valencia, en el marco del del VI Congreso sobre Derechos Humanos, dedicado monográficamente a la discapacidad, organizado por la Fundación Mainel y que se celebra hasta mañana en la sede del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia.

Pérez Bueno ha realizado un análisis crítico, desde la óptica de la sociedad civil, del despliegue y aplicación en España de la Convención de la ONU de Discapacidad, en los quince años de vigencia de este este tratado internacional, que se cumplen el próximo 3 de mayo.

Tras afirmar que la Convención es “lo mejor que le ha pasado a escala mundial a las personas con discapacidad nunca” y que su “carga y potencial transformadores son ingentes, si se aplicara con convicción y ambición”, ha esbozado un balance desigual de su cumplimiento efectivo en España en esta década y media en la que forma parte del ordenamiento jurídico español.

“Ha estado, sin duda. -ha afirmado- en el origen en los trascendentales avances normativos que se han producido en materia de discapacidad en España en estos años, y en la mayor conciencia y presencia de y sobre las personas con discapacidad”, pero no se ha aprovechado lo suficiente para ponerlas colocarlas en una posición civil aceptable en términos de democracia exigente”.

“La Convención tiene enemigos, que amortiguan y dilatan en el tiempo su carga de inducir cambios de alcance, disrupciones irreversibles”, indicando los tres más relevantes y contumaces, a saber, “el desconocimiento y la inconsciencia, la falta de asunción de su radicalidad y exigencia, primero; la incomodidad que para lo establecido tienen siempre los derechos humanos y más si se trata de una minoría discreta, depreciada y poco relevante para la mirada adocenada, segundo; y, tercero, la ausencia o debilidad de los mecanismos de accionamiento y efectividad del tratado internacional”.

Esos tres adversarios -enfatizó al final de su conferencia- “deben ser combatidos, minimizados, y nadie lo va a hacer mejor ni con más interés, que las propias personas con discapacidad conscientes, activas y organizadas”.

Luis Cayo Perez Bueno y Luis Vañó en el VI Congreso sobre Derechos Humanos celebrado en Valencia

 

Asistentes al VI Congreso sobre Derechos Humanos celebrado en Valencia

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