Para el movimiento CERMI, la aprobación hoy por el Senado, por unanimidad, de la erradicación de la esterilización forzosa, logro impulsado desde la sociedad civil de la discapacidad, supone la corrección de una anomalía, de una patología de nuestro ordenamiento jurídico, que castigaba especialmente a las mujeres y adolescentes con discapacidad.
Una violación gravísima de los derechos humanos, con amparo legal, recogida en nuestro Código Penal, queda por fin abolida, desterrada del tráfico jurídico, constituyendo en adelante, si se practicara, un delito. Ha sido una batalla larga, a veces desalentadora, por falta de receptividad de los gobiernos, de las fuerzas políticas, de los medios, para quienes los asuntos de discapacidad nunca son prioritarios, y siempre hay excusas a fin de no abordarlos.
Pero hoy es un día de celebración, porque una vulneración infame de los derechos humanos de las personas con discapacidad cesa; casi 2 años después del logro también por el movimiento CERMI del derecho de voto para todas las personas con discapacidad, obtenemos ahora este avance, que indica el valor que en España tiene la sociedad civil, que es el auténtico y casi único motor de los progresos en materia de discapacidad.
En vísperas del Día Internacional y Europeo de la Personas con Discapacidad, fijado el 3 de diciembre, es una de las mejores conquistas que podíamos desear.