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Las iniciativas abogan por tecnología innovadora, ética y formación profesional. Además, se incluye la creación de un Observatorio del Voluntariado
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Luis Vañó: “Necesitamos un voluntariado estructurado y profesional que actúe como aliado de las administraciones, no como sustituto”. Pues “la solidaridad no puede depender de la improvisación; debe ser una red ágil, ética y preparada”
Comunidad Valenciana, 11 de febrero de 2024.- El presidente del Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad Valenciana (CERMI-CV), Luis Vañó Gisbert, compareció ayer ante la Comisión de Política Social y Empleo de Les Corts Valencianes para presentar un conjunto de 14 enmiendas al Proyecto de Ley de Voluntariado. Estas propuestas buscan modernizar el marco normativo actual, incorporando lecciones aprendidas durante eventos como la DANA, que evidenciaron carencias significativas en términos de coordinación, tecnología y protección de colectivos vulnerables.
Las enmiendas, abordan aspectos clave para mejorar la respuesta del voluntariado valenciano en general y muy ligadas hacia las emergencias climáticas y sociales. A continuación, se destacan algunas de las principales propuestas:
Principales enmiendas propuestas
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Voluntariado científico-tecnológico (Art. 9): Incorporar herramientas innovadoras de alerta temprana y modelos predictivos para anticiparse a situaciones de crisis.
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Voluntariado intergeneracional (Art. 9): Fomentar la colaboración entre generaciones mediante el intercambio de conocimientos y experiencias, especialmente relevante en contextos de emergencia.
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Actualización terminológica (Art. 12): Adecuar el lenguaje jurídico a la normativa vigente, garantizando claridad y precisión en la protección de personas con discapacidad.
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Comités de ética (Art. 21): Establecer mecanismos transparentes para la gestión responsable del voluntariado, inspirados en las lecciones aprendidas tras la DANA.
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Investigación e innovación (Art. 22.2): Promover estudios y proyectos tecnológicos orientados a mejorar la eficacia de la respuesta en emergencias.
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Tecnologías digitales (Art. 22.2): Optimizar la coordinación mediante plataformas digitales avanzadas, evitando fallos logísticos como los vividos durante la DANA.
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Apoyo a zonas rurales (Art. 22.2): Diseñar programas específicos para fortalecer el voluntariado en áreas con infraestructuras limitadas, priorizando aquellas más afectadas por desastres naturales.
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Equilibrio de políticas públicas (Art. 22): Asegurar que el voluntariado actúe como complemento, no como sustituto, de las funciones de las administraciones públicas.
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Observatorio del Voluntariado (nuevo Art. 26): Crear un sistema para recopilar y analizar datos sobre la efectividad del voluntariado.
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Incentivos a voluntarios (Art. 30): Reconocer formalmente las competencias adquiridas y ofrecer estímulos para fortalecer el tejido asociativo de ámbito voluntario.
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Movilidad interterritorial (Art. 30): Facilitar la cooperación entre voluntarios de diferentes territorios, replicando ejemplos exitosos de colaboración durante la DANA.
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Voluntariado corporativo (Art. 31): Incentivar la participación del sector privado mediante beneficios fiscales, reconociendo su papel crucial en crisis anteriores.
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Acreditación de competencias (Art. 34): Formalizar la experiencia acumulada en voluntariado como ventaja profesional y educativa.
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Protección de datos (Disposición Adicional 2ª): Garantizar la seguridad en el manejo de información sensible mediante políticas claras y delegados especializados.
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“Necesitamos un voluntariado estructurado y profesional que actúe como aliado de las administraciones, no como sustituto”
«La DANA nos dejó una lección clara: necesitamos un voluntariado estructurado y profesional que actúe como aliado de las administraciones, no como sustituto», afirmó Luis Vañó. «Es fundamental reconocer las competencias que adquieren quienes colaboran en emergencias y asegurar que su labor se integre en un sistema sólido, basado en tecnología, coordinación y transparencia».
Además, subrayó: «Defendemos un voluntariado innovador, con financiación suficiente para impulsar proyectos de investigación y desarrollo que mejoren nuestra resiliencia. La solidaridad no puede depender de la improvisación; debe ser una red ágil, ética y preparada para responder a cualquier desafío».
En su intervención final, Vañó reiteró: «Una ayuda eficiente no es espontánea. Requiere planificación, profesionalidad y colaboración. Esta ley debe convertirse en el marco que impulse ese cambio hacia un voluntariado más capacitado y eficaz».
El CERMI-CV espera que estas enmiendas contribuyan a consolidar un marco legal que permita maximizar el impacto positivo del voluntariado en la sociedad valenciana, especialmente en momentos de crisis.