Así se lo ha trasladado el director general del Instituto Armado, Leonardo Marcos, al delegado de Derechos Humanos y para la Convención de la Discapacidad del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Gregorio Saravia.

Marcos ha remitido al Cermi una carta, a la que ha tenido acceso Servimedia, para responder a otra misiva que le envió esta organización de la discapacidad. En la comunicación se preguntaba sobre qué medidas está tomando la Benemérita para que los agentes con discapacidad puedan seguir en activo.

El responsable de la Guardia Civil agradece al Cermi que se interesase por la situación del guardia civil Jacobo Barchín y la de aquellos agentes “a los que se les declara una situación de incapacidad permanente para el servicio y desean continuar en el mismo”.

“DERECHO AL TRABAJO”

A este respecto, Marcos expresa al Cermi su “agradecimiento” por “su preocupación para salvaguardar el derecho al trabajo de los hombres y mujeres que componen la Guardia Civil ante una discapacidad sobrevenida”.

El director general explica que en su institución “se están impulsando modificaciones legislativas y reglamentarias para la continuidad en el servicio de los guardias civiles que se vean afectados por cambios en sus condiciones psicofísicas”.

El caso del agente Jacobo Barchín, de 34 años, ha aparecido en los últimos días en medios de comunicación, al estar pidiendo que la lesión medular que sufrió en 2020 no le impida seguir ejerciendo como guardia civil.

Este funcionario sufrió esta lesión cuando no estaba de servicio, en concreto cuando montaba en bicicleta en su tiempo privado y sufrió un grave accidente. Desde que tiene esta discapacidad sobrevenida, ha pedido que la Benemérita disponga las condiciones para que pueda seguir siendo agente en su nueva situación, algo que ya se puede hacer en la Policía Nacional o el Ejército.