- Así lo ha puesto de manifiesto CERMI en un acto celebrado hoy de manera telemática y que se configura como una de las actividades desarrolladas con motivo del Día Nacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
- Asimismo, este encuentro es fruto de la alianza creada entre CERMI y la OCU, que tiene como objetivo reducir la brecha digital en el ámbito de consumo entre las personas con discapacidad
Madrid, 09 de mayo de 2024. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha manifestado que una de las grandes repercusiones de la brecha digital para las personas con discapacidad es que perpetúa el capacitismo y crea espacios digitales inseguros.
Así lo ha puesto de manifiesto CERMI en un acto celebrado hoy de manera telemática y que se configura como una de las actividades desarrolladas con motivo del Día Nacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Asimismo, este encuentro es fruto de la alianza creada entre CERMI y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que tiene como objetivo reducir la brecha digital en el ámbito de consumo entre las personas con discapacidad, promoviendo tecnologías más accesibles e inclusivas, generando conocimiento social valioso, como investigaciones y estudios, en materia de protección de personas consumidoras vulnerables.
Durante el acto, que ha sido moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, la doctora en Derecho y especialista en Derecho de la Discapacidad, Gloria Álvarez, ha presentado los avances y principales conclusiones de un estudio elaborado sobre la protección de las personas consumidoras vulnerables con discapacidad frente a la brecha digital.
Álvarez ha tratado las diferentes dimensiones de la brecha digital y los factores determinantes de la misma en las personas con discapacidad. Entre los factores mencionados, ha subrayado el económico, la accesibilidad, la educación y empleo, género y edad. “El capacitismo es la madre de las exclusiones y determina que en las tecnologías se perpetúen sesgos y comportamientos del imaginario social de discriminación y estigmas con respecto a las personas con discapacidad”.
Tras este primer análisis, ha detallado las repercusiones que provoca la brecha digital en las personas con discapacidad. Al respecto, ha mencionado cómo la brecha digital acentúa las diferencias económicas, y produce una pérdida de oportunidades sociales y aislamiento. Sin olvidar, tal y como ha explicado Álvarez, los efectos negativos en la salud mental, las disparidades de género y la exclusión de discapacidades. “La brecha digital también plantea desafíos laborales e interrogantes bioéticos” ha agregado.
Asimismo, la especialista ha enumerado los diferentes derechos que ven vulnerados las personas con discapacidad frente a la brecha digital, como el derecho a la protección y seguridad, o el derecho a recibir información, entre otros. En definitiva, ha aludido a la desigualdad existente que provoca la brecha digital entre las personas y que imposibilita el derecho a un trato digno, y un derecho de igualdad y no discriminación.
La prevención e intervención ante la brecha digital pasa, según la experta, por marcar una posición de las organizaciones de defensa de los consumidores y usuarios, ante la brecha digital y sus repercusiones en las personas consumidoras vulnerables. Igualmente, Álvarez ha apelado a la acción del movimiento CERMI en materia de consumo, con incidencia y acciones de defensa.
En este apartado, y en la línea de encontrar soluciones a este problema, Álvarez ha puesto especial interés en la creación de las alianzas, definiéndolas como “imprescindibles en la lucha contra la brecha digital”. “Las alianzas tienen que ser a nivel transversal, tomar conciencia, no solamente promover competencias digitales” ha concluido.