Fundación CERMI Mujeres pide a la UE que incluya la esterilización forzada como forma de violencia

  • En la Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica

 2 de octubre de 2023.– La Fundación CERMI Mujeres (FCM) ha pedido a la Unión Europea que incluya la esterilización forzada como una forma de violencia, tipificada como infracción penal, en la Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.

La Unión Europea tiene con esta propuesta de Directiva, a juicio del movimiento CERMI, “una gran oportunidad para hacer visibles las demandas de las mujeres y niñas con discapacidad”, que, no obstante, requiere de mejoras, así como de una subsanación de sus debilidades.

En concreto, en aras a mejorar los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad, el movimiento CERMI también ha reclamado contemplar la provisión de apoyo especializado a mujeres y niñas con discapacidad víctimas de esterilización forzada, garantizar la accesibilidad universal de los canales de denuncia y de los medios de apoyo y acompañamiento a mujeres y niñas con discapacidad víctimas de violencia; así como ofrecer formación específica a las y los profesionales sobre las necesidades y derechos de las mujeres y niñas con discapacidad víctimas de violencia, incluido el acoso sexual.

Además, también pide que se ofrezcan datos desagregados por discapacidad, para luchar contra la invisibilidad de las mujeres y niñas con discapacidad en los datos.

En este sentido, cabe señalar que la propuesta de Directiva «presenta actualmente grandes debilidades desde la perspectiva de las mujeres y niñas con discapacidad”. Así, no incluye todas las formas de violencia, tales como la esterilización no consentida, el aborto coercitivo, la gestación subrogada o la prostitución; no obliga a recopilar datos sobre las víctimas con discapacidad, con la consiguiente invisibilidad en los datos y en consecuencia los sesgos; confunde los términos “sexo” y “género” y no da respuesta adecuada a las mujeres y niñas con discapacidad víctimas de violencia.

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