- El Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, también conocido como Convenio de Estambul, es un tratado de derechos humanos clave en la región para combatir la violencia contra las mujeres.
- Es el primer instrumento jurídicamente vinculante sobre esta cuestión en Europa. El alcance de la ratificación, sin embargo, es limitado, ya que se circunscribe al ámbito de la cooperación judicial en materia penal y el asilo.
02 de junio de 2023. La Fundación CERMI Mujeres (FCM) ha se ha congratulado de la ratificación del Convenio de Estambul por parte de la Unión Europea (UE).
Esta decisión se produce después de que el Parlamento Europeo acordase el pasado mes de mayo la adhesión conjunta de la Unión a este tratado.
Algunos países de la Unión Europea que aún no han ratificado el Convenio de Estambul (Bulgaria, República Checa, Hungría, Letonia, Lituania y Eslovaquia), se verán obligados a adaptar sus legislaciones nacionales a partir de la ratificación de la Unión.
La aplicación del Convenio de Estambul tiene especial impacto en las mujeres con discapacidad, ya que es un grupo de población que tiene de 2 a 5 veces más probabilidades de sufrir violencia que otras mujeres y niñas. En la UE, el 34 % de las mujeres con un problema de salud o una discapacidad han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja a lo largo de su vida. La violencia puede incluir violencia doméstica y de género, violencia institucional, esterilización forzada, anticoncepción y aborto, y acoso, incluido el acoso sexual.
Específicamente el Convenio en su art. 39 tipifica como delitos el aborto coercitivo y la esterilización forzada. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el alcance de la ratificación es limitado, ya que se circunscribe al ámbito de la cooperación judicial en materia penal y el asilo.
En estos momentos, la UE está inmersa en la elaboración de una nueva directiva sobre violencia contra las mujeres. Desde la Fundación CERMI Mujeres se exige que “el aborto coercitivo, la esterilización forzada, así como la anticoncepción o consentida sean incluidos en esta Directiva como formas de violencia contra las mujeres”.