El CERMI alerta a no bajar la guardia bajo ningún concepto, pues la pandemia aún es una amenaza para la vida y la integridad de muchas personas

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) alerta de no bajar la guardia bajo ningún concepto ante la pandemia, pese a cierto atisbo de datos alentadores de los últimos días, pues aún es una amenaza cierta para la vida y la integridad de muchas personas, en especial de grupos sociales más expuestos como las personas mayores y con discapacidad.

Las dos demandas esenciales inmediatas del sector de la discapacidad siguen siendo, son, por un lado, la de preservar la vida de las personas con discapacidad que viven en instituciones colectivas (residencias, viviendas tuteladas, o de apoyo, etc.) que junto con los mayores, son los grupos sociales más vulnerables a los efectos letales de la pandemia.

Estos entornos, pues, deben ser preferenciales a la hora de contar con material de prevención y protección y ser objeto universalmente de pruebas diagnósticas, tanto para residentes como para los profesionales y resto de personal de atención y apoyo, como el voluntariado.

En caso de que pese a las anteriores medidas, no se pueda garantizar la vida y la indemnidad en estos lugares de convivencia, se han de realizar evacuaciones incluso masivas a espacios o campamentos sociosanitarios transitorios, en los que puedan ser atendidas debidamente.

Además, sigue siendo prioritario que las autoridades sanitarias aseguren una atención médica sin discriminaciones ni exclusiones por motivos de edad o discapacidad, tentación que aflora cuando hay saturación en los servicios de urgencias y en los cuidados intensivos.

La vida de las personas con discapacidad o mayores no vale menos que las de los demás, y ha de ser tratada y atendida con arreglo a criterios de respeto, no discriminación y equidad, en todo momento. Lo otro, es selección social, y evoca los peores y más repugnantes momentos de la humanidad.

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