La Fundación CERMI Mujeres destaca la importancia de alcanzar el reconocimiento de las mujeres y niñas con discapacidad

  • Así lo ha expresado la vicepresidenta ejecutiva de la entidad, Ana Peláez, en una entrevista al programa ‘A vivir que son dos días’, de la Cadena SER, donde han hecho un repaso de su trayectoria y de los retos del mundo de la discapacidad vinculado con las mujeres
  • Se puede consultar la entrevista completa a través de este enlace:  

“Las mujeres y niñas con discapacidad somos el 60% de la población global de personas con discapacidad, estimada en mil millones. Eso significa que, de cada cinco personas con discapacidad, tres somos mujeres”. Así explicaba Ana Peláez, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación CERMI Mujeres (FCM), el reto al que se enfrentan todos los Gobiernos del mundo para visibilizarlas, proteger sus derechos y darles el reconocimiento que merecen.

En una entrevista concedida al programa radiofónico ‘A vivir que son dos días’, de la Cadena SER, Ana Peláez, la primera mujer con discapacidad en formar parte del Comité de la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas (Comité de la CEDAW), hacía un repaso de su trayectoria profesional.

Entre otras responsabilidades, Peláez es consejera ejecutiva de Relaciones Internacionales y de Expansión Exterior de la ONCE y, durante ocho años, formó parte del Comité para los Derechos de las Personas con Discapacidad, de la ONU, trabajando en más de 90 países para concienciar de los derechos de las mujeres y de las niñas con discapacidad de todo el mundo. No obstante o quizás por ello, Ana Peláez afirma no necesitar tarjeta de visita porque “no sabría qué poner en ella”.

Lo que sí tiene claro es que no está de acuerdo con la doble etiqueta de la denominada ‘doble discriminación, por ser mujer y discapacitada, aunque sí cree que la condición de ser mujer asociada directamente a la discapacidad supone un reto para la inclusión, “para la consideración de la causa, de los derechos y de las circunstancias de las 600 millones de niñas y mujeres con discapacidad que hay en el mundo”, añade.

Las estadísticas de la discapacidad muestran que en Europa hay aproximadamente 50 millones de mujeres y niñas con discapacidad; cifra que, en España, alcanza los dos millones y medio.

“El reto para 2018”, según la vicepresidenta ejecutiva de la FCM, “es que haya un reconocimiento expreso de los derechos plenos y libertades fundamentales de ciudadanía de esta población que se encuentra excluida, en términos generales, de las políticas que se encargan de los asuntos de la discapacidad y de las políticas que se dirigen a las mujeres”.

En opinión de Ana Peláez no se reconoce a la mujer con discapacidad como mujer. “En las agendas políticas de casi todos los países se las considera ‘disabled’ (discapacitado) que, en inglés, ni siquiera contiene la “a” del femenino”.

“Es una población que se asocia con la discapacidad pero a la que no se la reconoce su propia identidad sexual”. “Socialmente son percibidas como asexuadas y, por tanto, fuera de los roles tradicionales, a veces también equivocadamente, de las mujeres: la maternidad o el cuidado de los hijos e hijas”. Para la experta del Comité de la CEDAW, “todo esto nos invisibiliza y nos excluye. En definitiva, nos olvidan”, concluye.

Con respecto al trabajo que se desarrolla desde el Comité de la CEDAW, Peláez relató cómo el movimiento de la discapacidad empieza a vincularse con el movimiento de las mujeres. “Ha habido un reduccionismo que ya se está superando que vinculada todo lo relacionado con discapacidad con el apartado derechos humanos. Ahora se está dando forma al nuevo mensaje de que la discapacidad es un componente de la diversidad humana”.

Si se habla del ámbito de la discapacidad, las mujeres y niñas con discapacidad constituyen el 60% de la población global de personas con discapacidad. Eso significa que, de cada cinco personas con discapacidad, tres son mujeres. Con estas cifras, Ana Peláez entiende que era lógico y fundamental que el primer Comité de la CEDAW, el primer ámbito de diversificación de la discapacidad en el sistema de derechos humanos de Naciones Unidas, fuera de la mujer.

El papel y la importancia del Comité de la CEDAW parecen esenciales cuando se está hablando de que el 20% de las mujeres en todo el mundo son mujeres con discapacidad. Un elevado número de ese 20% lo forman, además, mujeres mayores de entre 60 y 65 años, donde la discapacidad aparece como parte de ese deterioro del factor humano propio de la mayor longevidad de las mujeres. “Esto quiere decir que de cada cinco mujeres que hay en el mundo una tiene o va a tener una discapacidad”, recalca Ana Peláez.

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