Trabajo Social, Derecho y Discapacidad[1]
La discapacidad, como hecho o situación personal y como fenómeno social, ha experimentado notables evoluciones en su consideración y en su conceptualización en las últimas décadas. Ha sido pensada, ha sido cuestionada y ha sido impugnada, y el resultado de esa actividad reflexiva, asaz crítica, ha alterado sustancialmente lo que hoy entendemos por discapacidad. Partiendo de una misma realidad fáctica, la construcción mental de unos mismos hechos basales, transcurrido un tiempo, es acusadamente distinta. Y en esta revolución teórica, pero inducida desde las prácticas múltiples de una miríada de agentes cívicos, orientada y capitaneada por la discapacidad organizada, el elemento preponderante es el social. No en vano se habla de modelo social de la discapacidad, de inclusión social, de derechos sociales vinculados con las personas con discapacidad, de asegurar el bienestar social para ellas y sus familias. Lo social prevalece en la nueva inteligencia y en el despliegue material de todo lo que atañe a la discapacidad. Siendo esto así, que lo es, no resulta extraño que el trabajo social y las personas profesionales que lo encarnan, tenga una conexión muy intensa con la discapacidad, preferencial casi. Si el trabajo social es la disciplina académica y la práctica profesional experta, de nítidos y reconocibles contornos, que se ocupa de acompañar activamente a los individuos y grupos para que por sí mismos puedan maximizar el ejercicio regular de sus derechos humanos, incluidos muy señaladamente los sociales, así como la garantía de acceso, uso y disfrute de la generalidad de los bienes sociales colectivos -aquellos cuya extensión y efectividad confiere la nota de dignidad a una comunidad política avanzada-, no hay duda de que trabajo social y discapacidad están inextricablemente unidos. Las personas con discapacidad tenemos en el trabajo social y sus profesionales, ejercientes y en formación, un aliado de los más firmes, por lo que todo lo que sea ahondar conocimientos, establecer contrastes, trasvasar experiencias y fijarse horizontes compartidos es de sumo interés y utilidad, de utilidad genuinamente social. Y más en un momento, como ya se apuntaba, en que la discapacidad está siendo sometida a una revisión intelectual desde sus mismas bases y de tal calado, que ha abierto espacios inéditos, ahítos de sugerencias y promesas, en los que el trabajo social está llamado a ejercer un papel estelar, en la academia y en la sociedad.
En esta proteica línea, hay que inscribir la obra Discapacidad y Trabajo Social, del profesor Rafael de Lorenzo, que sigue a estas líneas liminares. El autor, consumado tratadista y pedagogo social, vuelca toda la efervescencia que en estos momentos se está produciendo en el dominio de la discapacidad, de la que él es y ha sido muchas veces protagonista, en el trabajo social, enriqueciendo ambas esferas mutuamente; trenzando una urdimbre teórico-práctica de enorme solidez y resistencia, pero sin estáticas rigideces, que constituye el mejor arsenal del que pueden disponer aquellas personas que han resuelto encauzar su vocación profesional hacia la práctica de una de las dedicaciones con mayor impacto social positivo, a saber, el trabajo social.
Y era de esperar, este acierto académico, como me atrevo a calificar a este libro. El profesor Rafael de Lorenzo, doctor en Derecho y actual secretario general del Consejo General de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), de la Plataforma del Tercer Sector y de la Fundación Derecho y Discapacidad, acumula una dilatada y fecunda trayectoria como agente y activista social comprometido en el mundo de la discapacidad, de las fundaciones y del tercer sector.
Referente indiscutible de la acción social en España, tanto en el plano práctico de militancia cívica, como en el de investigador y generador de conocimiento valioso sobre esta realidad, su incorporación recentísima como profesor titular, precisamente en el área de conocimiento de trabajo social y servicios sociales, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), con la que venía colaborando como profesor asociado, permitirá ensanchar la actividad docente e investigadora en las esferas de discapacidad, fundaciones y tercer sector.
Discapacidad y Trabajo Sociales un libro inspirado, que abreva en una vida cargada de experiencias sociales que se ha tornado, por medio de la lúcida actividad reflexiva de su autor, en saber, en conocimiento transitivo, que no solo analiza, sino que cambia el entorno. Pero es sobre todo, una obra inspiradora, que apela e interpela a cuantas personas sienten una cierta dificultad para soportar lo que ocurre, y desean convencidamente hacer uso del trabajo social para que las personas con discapacidad ganemos, en extensión e intensión, espacios de inclusión, derechos y bienestar. No sabría citar, aquí y ahora, mejor plano y guía.
[1] Texto del prólogo del libro “Trabajo Social y Discapacidad” del profesor Rafael de Lorenzo, de próxima publicaicón.
Luis Cayo Pérez Bueno
Presidente
Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y de la Fundación Derecho y Discapacidad