- La plataforma representativa de la discapacidad en Cantabria se manifiesta de este modo tras las opiniones vertidas por algunas personas por el vallado de una residencia de atención a personas con discapacidad física grave, enfermedad mental o trastornos de la conducta
El Comité de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad de Cantabria (CERMI Cantabria) ha lamentado que una parte de la ciudadanía todavía apoye el aislamiento de determinadas personas con discapacidad, tal y como se ha puesto de manifiesto en un reportaje publicado por ‘Diario Montañés’ al hilo del vallado de la residencia sociosanitaria Medinaceli de la localidad de Soto de la Marina. En este centro se atiende a personas con discapacidad física grave, enfermedad mental y trastornos de la conducta.
En este sentido, la presidenta de CERMI Cantabria, Mar Arruti Bustillo, asegura que en pleno siglo XXI, nadie duda de que todas las personas con discapacidad tienen derecho a gozar, sin discriminación alguna, de todos sus derechos. Ha sido en este siglo también cuando hemos logrado contar con un tratado internacional para promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas, gracias a la Convención de la ONU de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
“Pero en CERMI Cantabria nos preguntamos ¿de qué nos sirve luchar para promover leyes que protejan nuestros derechos; para avanzar en políticas educativas, sociales, sanitarias, de empleo, etc., que se diseñen con la inclusión como principio básico; cuando es la propia sociedad la que sigue vulnerando nuestra dignidad?”, se pregunta Arruti.
Además, señala que “noticias como la publicada recientemente en el ‘Diario Montañés’ el pasado viernes 26 de agosto bajo el título “Una valla rodeada de indignación” es una clara muestra de vulneración de derechos y discriminación. Las manifestaciones que de forma literal se plasman en el artículo por parte de representantes de una comunidad de propietarios, las cuales no me atrevo ni quiero repetir, además son un ataque directo a la dignidad e imagen de las personas con discapacidad”.
Desde CERMI Cantabria abogamos, como no puede ser de otra manera, por la resolución del conflicto que se arrastra desde la puesta en marcha de la residencia mencionada en el artículo, y esperamos que todas las partes implicadas sean capaces de llegar a acuerdos justos y favorables, que ante todo respeten la dignidad, seguridad e inclusión social de las personas con discapacidad.
Pero aunque resolver el conflicto concreto es importante y confiamos en que se consiga, con ello no damos respuesta a nuestra principal preocupación: TENER UNA SOCIEDAD CON VALORES, QUE RESPETE LA DIVERSIDAD Y LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS. Una sociedad donde la inclusión, como principio básico de equidad y justicia social, sea la referencia. Una sociedad que brinde oportunidades para que todas las personas participen, aprendiendo unas de otras. Una sociedad en la que desaparezcan los prejuicios negativos e infundados por tener una discapacidad u otras causas, y que tanto contribuyen a estigmatizar a las personas y a que sigan viviendo en una situación de exclusión permanente.
Desde CERMI Cantabria queremos pedir tanto a las personas que han hecho esas manifestaciones como a las que las comparten, que intenten ponerse por un momento en el lugar de las personas con discapacidad a las que se han referido de forma tan denigrante. ¿Les gustaría que hablaran de ustedes de esa manera, que fuera esa la imagen que se divulgara, que se les denegara el derecho a participar en su entorno…? O mejor aún, dediquen un momento a imaginar que cualquiera de las personas a las que se han referido fuera algún miembro de su familia. ¿Qué sentimientos les despertaría leer esas manifestaciones?
“Afortunadamente una gran parte de la sociedad valora la riqueza que la diversidad nos aporta, animándonos con su ejemplo y actitud a seguir apostando por una sociedad inclusiva. Les invitamos a cambiar su mirada y avanzar de la mano hacia una sociedad propia del siglo XXI”, concluye la presidenta de CERMI Cantabria.